Este artículo forma parte de la categoría: Novedades de la Industria
A partir del S.XVIII, con la llegada de la REvolución Industrial, se produce un incremento notable en las necesidades de energía para la operativa normal de todo tipo de industrias. Dado que la potencia de la red casi nunca ha sido capaz de satisfacer las crecientes demandas energéticas, especialmente en paises en desarrollo, el desarrollo de los generadores industriales diesel ha sido fundamental, algo de lo que no se han librado ni siquiera en entornos altamente desarrollados como en algunos paises occidentales.
Hace apenas un par de décadas, los precios del combustible diésel estuvieron tan bajos que los generadores diesel fueron utilizados ampliamente como sustitutos de la red eléctrica y durante varios años los generadores de este tipo se mantuvieron como una fuente confiable y económica de dotar de electricidad a numerosas industrias. Incluso hoy en día existen sectores como el de la construcción, la obra pública (especialmente carreteras), complejos hospitalarios y centros de datos, por nombrar algunos, cuyas operaciones habituales dependen en todo o en parte de grupos electrógenos que funcionan sustituyendo completamente a la red eléctrica o bien como backups de respaldo en caso de que la red principal falle. Esto es especialmente crítico en hospitales, donde la vida de muchos pacientes depende de un suministro eléctrico seguro y estable en todo momento. Es por esto que el campo de los generadores diésel no ha dejado de desarrollarse y crecer, siempre respaldados por su sencillez y economía operativa en cualquier circunstancia.
No obstante, en un mundo globalizado y altamente preocupado por la protección integral del medio ambiente, la maquinaria operada con combustibles fósiles y especialmente el diésel están bajo el punto de mira de un buen número de colectivos relacionados con el clima, desde gobiernos hasta grupos de presión ciudadana. Es bien cierto que los efectos nocivos de las emisiones no pueden obviarse, pero no es menos cierto que hoy por hoy son aún imprescindibles en muchos sectores de la economía que no pueden permitirse trabajar sin una disponibilidad inmediata o de respaldo. Y, como decíamos anteriormente, los genset diesel han sido (y son) el puntal principal de estos sectores.
Con los avances tecnológicos en el ámbito de las energías renovables y la mejora de la eficiencia en baterías para el almacenamiento energético, además de la imparable reducción de costes de estas opciones, muchos afirman que los días de gloria del generador diesel están llegando a su fin. El número de regulaciones y normas que los fabricantes como CABAGER han de cum,plir estrictamente ha ido en constante aumento. Adicionalmente, los grupos electrógenos diésel se han tenido que medir de tú a tú con las renovables.... aunque hay que decir que la comparativa no es del todo justa. No olvidemos que las renovables son fuentes de energía de red y no una fuente de respaldo, Así, en los momentos críticos, especialmente cuando llega la noche, los generadores diesel siguen siendo imbatibles en su eficacia y disponibilidad. Aunque la verdad es que muchos aún podrían sorprenderse al conocer que algunos de los paises llamados desarrollados dependen de este tipo de energía en este momento. Por ejemplo, Gran Bretaña implementó en 2015 subsidios para generadores diesel para afrontar la posibilidad de una crisis energética que se prevé pueda darse antes del 2030. En 2017, el gobierno de Australia del Sur planificó un plan de respaldo a base de grupos electrógenos diésel de 200 MW. Esto dá buena idea del respaldo que aún tienen los generadores de este tipo en todo el mundo.
Desde el punto de vista de un profano del sector, podría pensarse que el electrógeno diesel está perdiendo los momentos de gloria que disfrutaba hace tan sólo un par de décadas; sin embargo, una mirada más atenta revela una historia que desafía aún a quienes prevén su final. A lo largo de los años, la industria del genset diesel se ha enfrentado a un sinfín de reglamentaciones y normas (algunas terriblemente absurdas y lesivas) que requieren reducir los niveles de emisiones y ruido. Desde CABAGER y otros líderes de la industria, hemos respondido con la inyección de tecnología que nos ha permitido bajar las emisiones y reducir hasta casi hacer desaparecer los niveles de contaminación acústica. Algunas compañías, como la noruegas Nordic Power, están desarrollando alternativas como la pila de combustible que prácticamente no tiene emisiones y funciona a un 50% más de capacidad que un generador convencional. Aunque esta tecnología está todavía en una fase temprana, se muestra escalable y un motivo más para que otras compañías investiguen en esta dirección.
Los avances tecnológicos están creando disrupciones inimaginables hace apenas un lustro y el uso del combustible diésel como parte de una fuente energética limpia y respetuosa con el medio será un elemento de cambio en la generación energética. La comercialización de una tecnología limpia de diésel parece inevitable y no habrá de esperarse mucho para verla y "tocarla".